lunes, 11 de enero de 2016

Cinco motivos para afirmar que David Bowie ha sido el amo en 2013 (Videos)

Al poco de comenzar el año, Bowie fue noticia. Horas después, la noticia ya era toda una sacudida a la actualidad musical. Bowie alteró la rutina cultural como pocas estrellas veteranas pueden hacerlo. Casi doce meses después de aquel 8 de enero la música pop ha seguido generando acontecimientos, pero pocos han sido tan emocionantes y consistentes como este regreso que comenzó cuando...




1.Reapareció de repente. Después de que casi todos los medios de comunicación lo daban por retirado o muy enfermo (qué triste ironía que haya sido su amigo Lou Reed el que, casi por sorpresa, se fuera este mundo), Bowie volvió a la vida artística. Lo hizo desafiante, el día de su 66 cumpleaños, colgando el vídeo de una nueva canción que transmitía fragilidad. Where Are We Now? , llena de enigmas y referencias a un pasado glorioso en Berlín, era una soberbia composición, que economizaba el efecto emocional del estribillo con maestría. Y así, una canción que en realidad se dio a conocer fugazmente y con otra piel en 2007, cuando Bowie se la cantó a Ricky Gervais en Extras, pasó a ser el prólogo de un inesperado álbum cuya salida se anunciaba para dos meses más tarde. Un disco registrado durante dos años sin que nadie sospechara nada (ni siquiera su discográfica), en una época en la que todo el mundo postea hasta sus bostezos y el misterio parece una idea obsoleta.



2. Además, el álbum era muy bueno. Lo cual no suele ser lo habitual cuando las expectativas pesan tanto. El mundo sabe muy bien que Bowie es un maestro a la hora de aparecer y desaparecer, y también se ha acostumbrado a que sus discos no siempre estén a la altura de la jugada. En marzo llegó The Next Day, su primera obra en plena era de las redes sociales y apenas hubo peros. La portada, con la icónica imagen de “Heroes” tapada por un nuevo diseño, evidenciaba el deseo de mostrar lo que pasará en ese día siguiente y renunciar a la nostalgia. Se podía decir sin miedo a dejarse llevar por la emoción, que Bowie había hecho otro de sus mejores álbumes. Bowie se había reconstruido a sí mismo usando –una vez más- su obra y la obra de quienes le inspiraron. Los singles eran poderosos pero nunca fáciles. Y las canciones vagaban por diversos estilos pero fieles a un tono. The Next Day figura entre los cinco mejores álbumes de 2013 de las más influyentes publicaciones británicas.



3.Promocionó el disco desde las sombras. Desde el minuto cero se especuló con entrevistas y actuaciones, incluso una gira. Bowie no habló con ningún periodista, y sobre lo segundo, sigue sin confirmarse ninguno de los rumores que brotan cada tanto. Las fotos promocionales fueron escasas. Las explicaciones del cómo, el cuándo y el porqué las dieron sus músicos y su productor, Tony Visconti. La verdadera promoción la hicieron los medios y los fans. También estuvo ausente en el número del NME, que para promocionar su nuevo diseño, le dedicó su tercera portada del año. Durante todos esos meses el artista se limitó a filmar clips que lo convirtieran en titular cada tanto. Eligió a Tilda Swinton, que es como el Thin White Duke hecho mujer, como pareja del vídeo de The Stars (Are Out Tonight). Meses después llegó otro tachado de sacrílego, The Next Day, con Gary Oldman y Marion Cotillard. Para Valentine’s Day optó por lo concienzudamente simple. Cuando estrenó el clip de Love Is Lost, supuestamente filmado con un presupuesto de 7 euros, el impacto ya fue mucho menor. El último, I’d Rather Be High, queda ensombrecido por el fastuoso anuncio para Louis Vuitton que también usa como fondo musical dicho tema y que tiene a Bowie como protagonista.




4.Mientras, el pasado seguía convirtiéndose en historia. En verano se inauguraba David Bowie Is…, la exposición con la que el V&A Museum ponía de relieve la influencia cultural del astro a través de una cuidada colección de objetos salidos de los archivos personales de Bowie. Él se mantuvo, una vez más, al margen y dejó que los acontecimientos giraran alrededor de su obra. El 3 de julio se cumplían 40 años de la muerte de Ziggy Stardust, la encarnación artística que le catapultó a la fama y que él mismo zanjó tras un concierto londinense en esa fecha. Semanas después, y también con motivo de su 40 aniversario, se reeditaba Aladdin Sane, el álbum con el que inició una nueva etapa. El rostro de Bowie y el rayo bicolor que lo cruzaba en la cubierta de dicho disco, imagen también de la exposición del V&A, ha sido una de las imágenes recurrentes de 2013. Cuando el pasado tiene tanta vigencia puede formar parte del presente sin problemas.



5.Cantó con Arcade Fire. Tras protagonizar el regreso del año, apareció como invitado en Reflektor, uno de los singles más esperados del año. Un tema que, cuanto más avanza, más se aproxima a Young Americans, y cuyo clímax llega con su medida intervención vocal, un cameo, más que una colaboración, que le sirve para estar presente en otro de los hitos musicales de la temporada. Debió ser ahí cuando planeó el siguiente paso para concluir su año triunfal. Porque no hay nada como dejar que un admirador cualificado transforme uno de tus temas. Murphy, coproductor del álbum de Arcade Fire, remezcló Love Is Lost, llevándolo al mundo de la repetición y el minimalismo. Los diez minutos del remix son con diferencia lo mejor de The Next Day Extra, la versión deluxe del álbum, publicada para el mercado navideño, pero también para recordarnos que aquello que ocho meses atrás nos pareció fantástico, no deja de serlo de un día para otro. Una reedición innecesaria de la que solo cabe destacar, además del citado remix, su impecable presentación y un contundente tema inédito, Atomica, que habría encajado bien en la primera versión del álbum. El resto es prescindible pero, con todo y con eso, Bowie sigue siendo el gran acontecimiento musical del año incluso teniendo competencia como la de Daft Punk y Arcade Fire. El año termina y seguimos sin saber cuál será su siguiente movimiento, ni siquiera sabremos si habrá alguno. Bowie le devolvió el misterio y la emoción al hecho de ser una estrella, un artista pop y 2013 le pertenece por ello.



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