Bob Dylan ha cambiado la historia del folk y el rock como nadie lo ha hecho. De hecho, su nombre sonó como candidato al Nobel de Literatura.
Una vez alguien dijo de él que era “el mejor cantante sin voz”. Un intento que difícilmente logra describir el fenómeno Bob Dylan. De hecho, nunca se ha conseguido catalogarlo como cantante de folk o rock. Como artista que siempre logró escapar de los estereotipos, Bob Dylan desafía a los clichés y continúa moviéndose entre los distintos géneros incluso ahora que cumple 75 años.
No quiso ser un ídolo
Cuanto más cambian las cosas, menos cambian los mitos. Dylan sorprendió por primera vez a sus fans en el Festival de Folk de Newport en 1965.
En un momento en que los expertos e historiadores trataban de encumbrarlo como ídolo de la música folk, el blues y los movimientos de protesta, Dylan tomó su guitarra, la conectó a un amplificador y se puso a tocar con una banda de rock. Ese acto considerado como una traición a la música folk disgustó a sus seguidores. Hasta entonces, su carrera había discurrido por una senda relativamente recta. Bajo su nombre original, Robert (“Bobby”) Allen Zimmerman, el guitarrista y pianista nacido en una familia judía de Duluth, Minnesota, empezó tocando rock ‘n‘roll a mediados de la década de 1950 en bandas juveniles. En su época de estudiante en Minneapolis, en 1959, descubrió su pasión por el nuevo movimiento de la música folk. Así, se dio cuenta de que le interesaban más compositores como Woody Guthrie, o Pete Seeger, ícono de la izquierda estadounidense, que estrellas del rock ‘n‘roll como Little Richard o Gene Vincent.
Artista folk
El joven Bob Dylan se instaló en el distrito de moda de Nueva York, Greenwich Village. Joan Baez, ya famosa, lo descubrió allí y se lo llevó de gira. Tocando con ella delante del gran público, se convirtió en una figura de los movimientos políticos de protesta con canciones como “Masters of War” y “A Hard Rain´s A-Gonna Fall”.
Dylan y Baez tocaron juntos en la Marcha por los Derechos Civiles de Washington en 1963. Más tarde, rompió con su mentora y siguió su propia carrera. Su influencia en los movimientos de protesta fue tal que llega hasta hoy en día. De hecho, la revista “Newsweek” dice que Dylan ha sido tan importante para la música pop como Einstein lo fue para la física.
Años difíciles
Después de sufrir un accidente de moto en 1966, Dylan se alejó del público renegando de la cultura para la que había sido tan influyente hasta entonces. A pesar de que vivía con su mujer Sara Lowndes y sus hijos cerca de Woodstock, Nueva York, no tomó parte en el festival más decisivo de la década que tuvo lugar allí en 1969. No obstante y, al igual que los Beatles y los Rolling Stones, se considera a Dylan como uno de los pioneros de la música rock y pop.
Aunque las décadas de 1970 –estancamiento de su carrera- y 1980 –discos con poco éxito y problemas con el alcohol- no fueron las mejores para Dylan, el éxito comercial de su banda Travelling Willburys y, en 1988, el lanzamiento de su gira “Never Ending Tour” –con más de 100 conciertos anuales- devolvieron la suerte al cantante.
Premios y más premios
La lista de premios y distinciones que ha recibido Dylan a lo largo de su carrera es larguísima: 11 Grammys, un Oscar a la mejor canción, el premio Pulitzer por sus “composiciones líricas de extraordinaria fuerza poética” y la “Medalla Presidencial de la Libertad”, la concesión civil más importante en Estados Unidos, otorgada por Barack Obama en 2012.
Ahora que cumple 75 años ha decidido detener durante un tiempo su gira “Never Ending Tour”. ¿Tiempo de pensar en su papel dentro de la historia de la música? Mucha gente ya lo está haciendo por él. Entre ellos Sean Wilentz, profesor de historia en la Universidad de Princeton y fan de Dylan. Según Wilentz, Bob Dylan es capaz de convertir ideas y sentimientos en palabras como ninguna otra persona. DW.COM | 24.05.2016