México (Notimex). El histórico festival de rock mexicano de Avándaro, realizado en septiembre de 1971, fue capturado por la lente de la fotógrafa Graciela Iturbide, trabajo del cual la noche del 14 de septiembre se inauguró una exposición en el Museo Universitario del Chopo.
Titulada “Graciela Iturbide. Avándaro”, la muestra se presenta en el marco del 45 aniversario de la conmemoración del que es considerado el mayor concierto musical en la historia de la cultura mexicana: “El Festival Rock y Ruedas de Avándaro”.
La exhibición ofrece más de 50 imágenes de la artista mexicana, así como videos y documentos sobre este acontecimiento celebrado en el club de golf Avándaro, cerca de Valle de Bravo, en el Estado de México.
Según los organizadores, el material fotográfico se presenta en un museo por primera vez en 45 años; mientras que Iturbide publicó estas imágenes en “Avándaro” (Editorial Diógenes, 1971), primer libro que consignó su trabajo y que contó con textos del cineasta Luis Carrión.
Tanto éste como el también realizador cinematográfico Jorge Fons y la propia Iturbide registraron un festival que los organizadores anunciaron como el encuentro de rock más importante hasta entonces.
De acuerdo con información de la muestra, ésta contó con la curaduría de Álvaro Vázquez Mantecón, quien explicó que el festival de rock se realizó en un contexto social muy específico.
Añadió que tras los sucesos del 2 de octubre de 1968 y 10 de junio de 1971 surgió una contracultura juvenil que se expresaba intensamente en diversos ámbitos.
Una de sus muestras es que los grupos de rock ya no se conformaban con cantar “covers”, traducciones al español de las canciones del “hit parade” estadounidense, fueron más allá y compusieron su propia música, si bien en buena parte cantada en inglés.
Avándaro resumió ese crisol de procesos culturales, algunos de ellos incluso contradictorios, dijo al anotar que Iturbide fue capaz de retratar la perplejidad de una sociedad que se reconocía por primera vez fuera de los márgenes culturales del nacionalismo, o de una recatada modernidad diseñada por las élites culturales.
En esta serie de imágenes, dice el también el doctor en historia del arte, está el origen de una peculiar manera de fotografiar, que surge mediante el diálogo con los personajes y la conciencia compartida entre fotógrafo y retratado; pero que radica, esencialmente, en la decisión de Iturbide de captar las tensiones y contradicciones de una sociedad cambiante.
Un hombre aparentemente quitándose su pantalón frente a una multitud, otros más sin playera cantando a más no poder, símbolos de paz y amor, roqueros y cantantes en acción desde el escenario, son algunas de las imágenes capturadas por la fotógrafa y que se exhiben en la muestra.
En una más se ve una panorámica general del festival, fotografías que se complementan con materiales como revistas, notas periodísticas con la noticia del festejo y muchos otros.
“Graciela Iturbide. Avándaro” se puede admirar en la Galería Arnold Belkin del recinto de la Universidad Nacional Autónoma de México, ubicado en la colonia Santa María la Ribera de esta ciudad.